domingo, 9 de mayo de 2010

Los cowboys de las olas



Son las 8 de la mañana con el norte jugando una vez mas con el puerto, las olas reventandose contra la barda del Boulevard, Neptuno presumiendo su fuerza de la forma mas arrogante, no podría haber un escenario mejor para la entrevista.



Cruzando las puertas de Hotel Playa se pueden escuchar las risas y las voces angloparlantes describiendo experiencias, formando nuevos lazos con desconocidos. Para alguien que no tiene la palabra prejuicio dentro de su vocabulario esto se vuelve una tarea sencilla, invitan a todos a leer y a editar su diccionario especializado en libertad, son habitantes del océano este es su hogar y bandera.



Jarrad Williams, habla en un tono relajado, este día lleva un gorro naranja en donde se asoma su rubia cabellera y lleva una camisa con la imagen de Jesús abajo de esta la insignia "hope" la imagen sustituyen do donde originalmente podríamos ver el rostro sonriente de Obama.

Desde los 15 años ha surfeado, 6 años después se encuentra felizmente casado, cuando esta flotando sobre su tabla lo inunda un sentimiento de paz, se transporta a un espacio atemporal en donde nadie lo puede juzgar, en su futuro se ve en un estado de felicidad rodeado de la gente que ama, contemplando nuevas experiencias y lugares paradisiacos.



Gabriel Prusmack se acerca con seguridad, la verdad es que cualquier mujer lo podría convertir en su jinete de armadura plateada de las olas y en el caso de los hombres querría ser miembro de su "brotherhood" tiene una habilidad innata para el arte, diseña sus tablas y se dedica también al arte urbano. El éxito que ha logrado alcanzar es gracias a su seguridad y la constancia que ha aplicado a lo que ama, aprovecha la oportunidad que cada pared, ola o concreto le ofrece, su ambición lo ha impulsado a ganar varios torneos entre ellos los estatales de Texas de 1998, 2002 y 2007.



Jhon Steele procedente de Sacramento California, lleva 24 años surfeando es un tipo alto de estilo hipster que además de cargar con muy buena vibra, te transmite sabiduría que ha ganado conociendo a todo tipo de personajes y estar en contacto directo con la naturaleza. Sus héroes son su familia, sus padres le han ayudado "en este juego llamado vida" en su palabras, su otra pasión es la fotografía, capturando con lo que sus ojos se cruzan rodeado normalmente de lugares inspiradores y momentos en su expresión mas pura. Su mensaje para otras generaciones es el de tener un enfoque diferente frente a la adversidad, al fin y al cabo hay que disfrutar la vida ya que hay un mundo de razones por las que puedes ser feliz.



Nathan Floyd cuando se acerca lo puede llegar a confundir con Chuck Noland, pero una vez que empiezas a intercambiar palabras con el, no puedes evitar reir de su manera tan particular de ver la vida, en su mirada y palabras puedes notar un gran amor a la vida. Su padre, influencia y mentor es dueño de una tienda de Surf. Su comunidad se fue formando a través de los años en torneos y viajes, sus compañeros lo impulsan a ser cada día mejor en el surf y en su vida. Cuenta que llegaron a Veracruz buscando la corriente que ahuyentaba las olas de Texas descubriero que eran enviadas a este punto geográfico del Golfo de México, el año pasado visitaron Tuxpan, notaron el potencial, este año regresaron al "ombligo de la luna" para montar olas y coleccionar nuevas experiencias. como Nathan dijo sabiamente
"En Texas todos dicen que estamos locos por surfear, aquí les dicen
exactamente lo mismo, todos estamos en el Golfo de México, así que al fin y al cabo somos la
misma clase de personas"

Así que si un día estas en la playa y te encuentres con este grupo de personas no dudes en acercarte, una expansión de tu horizonte y un buen rato están asegurados, por cierto, abre bien los ojos porque por alguna pared puedes encontrarte con la prueba de que el "Tex-Mex" estuvo en el puerto y amenaza con regresar.

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