jueves, 19 de septiembre de 2013

ARTFEST13


La verdad, siempre he sido una persona ansiosa. Desde que entré a la sala esperando a abordar el avión me impuse un reto personal; socializar con todos, inclusive con aquellas personas que tiendo a eludir por mis ficciones absurdas, permítanme comentarles que ignorarme esta vez fue una excelente decisión.
El ArtFest13 reunió a jóvenes provenientes de países como India, España, Perú, Chile, Costa Rica y de distintos estados a lo largo y ancho de la república Mexicana;  aunque muchos hablamos la misma lengua, no necesariamente compartimos la misma perspectiva. Cada nueva amistad que se desarrolla, es el comienzo de una historia compartida, una crónica entrelazada que devela las similitudes y las diferencias; el por qué, el cuándo y cómo de la persona que se encuentra platicando contigo.
Vivimos de historias. A través de ellas podemos visitar lugares lejanos como la India, comprender idiosincrasias, reírnos del absurdo cotidiano y depurarnos de estereotipos, este festival no es sólo una celebración de las artes, también es un hervidero multicultural que revienta en relatos emocionantes que en algún futuro cuando encontremos a alguna persona que quiera escuchar una historia, se comenzará articulando -Cuando fui al Artfest...

Esta es nuestra historia...

Bienvenida

En el aire cálido y seco, resonaba las voces emocionadas de los que recién llegaban, se oían las lenguas mezclándose con el sonido de las aves e indicaciones del staff, inglés a la distancia, portugués a mi costado, hindi al otro; entramados, los múltiples acentos de los hispano parlantes. El campus se convirtió de pronto en un desfile multicultural que constantemente despertaba la curiosidad- yo quiero saber quién eres, de dónde vienes, cómo es dónde vives-  todo este barullo me hace recordar una de mis frases preferidas que alguna vez leí en un café "aquí no hay extraños, solo amigos que estan por conocerse".
El lunes comienza, el día en que oficialmente arranca el ArtFest13, el cielo es gris y amenaza la lluvia; mientras tanto, el grupo que me fue asignado toma la clase de inglés. La maestra es una guapa actriz ya entrada en años, apasionada de la mitología griega, la cultura prehispánica y nativo americana, nos recibe con franco entusiasmo, nos muestra artesanías de los indios Navajo y Hopi, le interesa saber sobre nuestro país y el origen de nuestros nombres. En su clase decide echar las reglas por la ventana para volverla más dinámica, actúa, nos relata cuentos, nos da críticas constructivas cuando exponemos.
 De pronto cae la tormenta, el granizo comienza a golpear las ventanas, todos nos asomamos emocionados; para algunos de los alumnos es la primera vez que ven granizo, el campus se transforma en minutos de un plácido paisaje veraniego a un blanquísimo paisaje invernal. De pronto recordamos con pena ver al staff trabajando desde la mañana; colocando mesas y sillas, instrumentos en el escenario en The Quad y sacando los asadores para una americanísima parrillada. Cuando se calma la lluvia salimos del salón, el granizo apelmazado en la tierra volvía el trayecto hacia la cafetería en una verdadera aventura digna de Indiana Jones; como era de esperar, el evento había sido pospuesto para el día siguiente.
En el comedor junto con los organizadores había una atmósfera de decepción ante las inclemencias del clima, todos los veracruzanos nos sentamos en una larga mesa para disfrutar del menú de ese día bajo techo, al terminar la comida, se nos antojó entonar a todo pulmón cielito lindo, la bamba y el rey, entre otros versos que medio recordábamos. Ante el tremendo escándalo algunos nos veían con curiosidad, otros reían y otros se preguntaban si los mexicanos locos se habían tomado sus copitas (no, no lo estábamos) la euforia fue tal que nos decidimos a conseguir una grabadora y bailar a pesar de que el evento fue cancelado. Pusimos el payaso de rodeo, canciones rancheras, salsa y reggaeton, los brasileños se nos unieron, bailaron samba y otra música popular en su país llamada fanki, alrededor nuestro se comenzó a reunir un público curioso que terminó uniéndose a la euforia, inclusive el staff, que vio en un comienzo el día arruinado por la granizada, se unió de forma espectacular al baile espontáneo. En la noche un excelente grupo de salsa animó la fiesta, inclusive un estudiante tico, se echó un palomazo que mereció aplausos y ovaciones de todo el público.
Al día siguiente a pesar el cielo estaba nublado; el clima decidió congraciarse con la inauguración oficial. Hubo danza en telas, acrobacias, comida a montón, un mensaje emotivo del rector y ya caída la noche un espectáculo audiovisual.

IFAM

Hay muchas actividades dentro y fuera del campus a las cuales puedes inscribirte, sin embargo el IFAM es una experiencia inolvidable que no puedes perderte.
Este año se realizó una visita al International Folk Art Market, este evento lleva una trayectoria de más de 10 años y ha tenido resultados extraordinarios en beneficio a sus participantes, el festival en sólo 3 días (su duración total), ha ayudado de forma colosal a los artesanos, ya que el 90% de las ganancias de ventas de voltaje y artesanías las reciben directamente a ellos. Imagina que un solo espacio, no más grande que nuestro estadio de futbol americano se pudiera reunir países como Turquía, Algeria, Botswana, India, Nigeria, Uzbequistan, Peru y México, entre otros; algunos de los artesanos y músicos viajaron miles de kilómetros hasta encontrarse en Nuevo México. ¿Ya estas ahí? ¡Pon atención! ya que en cualquier momento comienzas a escuchar un robusto tambor, que enérgicamente atrae a los visitantes para observar acróbatas chinos con coloridos dragones bailando e interactuando con el público y minutos después unos hombres de piel azabache atabiados con hombreras de leopardo y taparrabos cantando para invitarte al escenario a ver una banda de funk tribal proveniente de sudáfrica, ir a este festival es tener una verdadera experiencia internacional.


Taos
En Taos se han paseado desde Janis Jopplin hasta el más excéntrico de los artistas, todas las casas mantienen su estilo original Southwest, las calles esconden preciosos jardines llenos de flores, artistas que sacan sus caballetes frente a las galerías para trabajar en una nueva creación. Vale la pena pasear por el pueblo con calma y dejarte sorprender por él.

Downtown Sta. Fé
Dentro de la universidad te podrán proporcionar los horarios de los autobuses y sus respectivos destinos. El autobús número 2 es el que te dirige hacia el downtown. Al bajar en la parada, detente mira alrededor, es un lugar peculiar, casas antiguas de madera y otras estilo Southwest color adobe, observa el caminar de los locales, verdaderos personajes, la excentricidad florece entre ellos, su gente es absolutamente congruente con el lugar. De pronto vas al parque y en el día ves un par de músicos chicanos invitándote a bailar al ritmo de su acordeón y guitarra eléctrica y en la noche entre las luces de navidad que colgaron en los árboles en el Historic Plaza, un joven rubio de mirada melancólica entona una canción de Folk mientras una pareja se besa escuchando las notas de vieja guitarra.
En el Downtown puedes encontrar cosas de lo más variadas, artesanías Zunis y Hopis, artesanías mexicanas, souvenirs, comida de Nuevo México, hoteles, cientos de galerías y eventos en las calles prácticamente todos los fines de semanas.

lugares recomendados:
  • New Mexican Museum of Art
  • Canyon Road
  • Loretto Chapel
  • Blue Corn Café


Nightlife
Si eres mayor de edad, osea 21 y tienes ganas de ir a un antro de música electrónica hasta el amanecer, Santa Fé no es el lugar. Espera, no te decepciones tan rápido, hay excelentes bares en el downtown cómo Underground en dónde podrás disfrutar de músicos locales tocando rock, funk y pop o ir al Cow Girls y jugar una partida en las mesas de billar hasta las 2 am.

Workshops
Luc Dorman un artista urbano y maravilloso maestro dirigió el taller en el que ingresé llamado Underground Story Telling, realizamos trabajos de diseño que incluían la creación de stickers, esculturas de cartón y fanzines, además nos ilustró un amplio panorama del arte subterráneo y el grafitti, la intención de la obra, los artistas y cómo generar una imagen que se pueda decodificar en una historia. Nuestro salón estuvo integrado por gente muy talentosa de diversos países en los que siempre podías encontrar apoyo y buenas sugerencias sobre los proyectos que realizábamos.

 La experiencia de estar en la University of Art and Design es algo que se va a quedar conmigo el resto de mi vida; los amigos, las liebres corriendo por los jardines del campus, la locura y el clima que la acompaña, la música, los idiomas, los eventos dentro de la escuela, el baile, Regina, Luc y la belleza de los lugares que visité. Ir al Art Fest en Santa Fé no sólo te va a gustar, te va a dejar queriendo más.


 El Arts Fest ofrece diversas opciones de talleres entre los que puedes elegir: Negocios, Architectura, Diseño Gráfico, Fotografía, Escultura, Danza y Cinematografía. Todos los talleres son dirigidos por profesionales con una larga y exitosa trayectoria en la materia.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El circo con animales, la comunicación con los niños.





Parece un asunto vergonzoso de confesar hoy en día, pero sí, en efecto fui a un circo con animales cuando era niña e inclusive puedo decir que lo disfruté
. Para los que no me conocen, o bien no ven nada vergonzoso en esta declaración; pueden cuestionarse los motivos de mi vergüenza; lo  intentaré aclarar a lo largo de los siguientes párrafos.  Resulta, que desde hace algunos años, he tomado entre mis manos megáfonos y vociferado a todo pulmón mi opinión al respecto -estoy completamente en contra del maltrato de animales salvajes y domésticos en los circos-.
La dinámica siempre ha funcionado más o menos igual, llegamos un montón de manifestantes, en ocasiones grande y en otros pequeño, dibujamos pancartas con las leyendas  “circo si, con animales no” “una hora de diversión por toda una vida de maltrato” sacamos lonas, megáfonos, algunos inclusive se visten de animales o domadores e intentamos persuadir a la larga fila serpenteante, apática y lánguida, de hacer consciencia sobre lo que nos gusta llamar “la otra cara del circo”; la dura verdad, es que ese esfuerzo por lo general es inútil y da pocos resultados.
Los adultos nos ven como locos… los niños nos temen más qué al coco y nosotros regresamos a nuestros hogares con el estómago destrozado, la garganta irritada y arrastrando tras de sí la esperanza de una vida digna para estos animales.
Conforme ha pasado el tiempo me he ido acercando a la conclusión que las manifestaciones por lo general no generan una comunicación efectiva con el público que nos interesa convencer: los niños; He buscado dentro de la fila a Daniela de 8 años que espera impaciente entrar al espectáculo, mientras ella misma años después la trata de persuadir a través de un megáfono y una pancarta de alejarse, convencerla que el espectáculo está lleno de crueldad.
 Para poder entender cómo podría un niño recibir mejor la información que tratamos de difundir, me he puesto a pensar en esa primera experiencia que tuve con el circo, he de confesar que aunque quisiera no tengo una memoria eidética y lo que les voy a contar puede ser un completo collage, pero esto es lo que levemente surge a mi consciencia; recuerdo el potente olor a heces de animales y heno, disfrazado débilmente por el aroma de palomitas, manzanas acarameladas y algodón de azúcar; a lo alto antes de subir las pequeñas rampas que te dirigen al interior, el gran letrero luminoso de Circo Atayde Hermanos, el jingle me viene a la mente;  a los colosales elefantes cubiertos por telas de brillantes colores, su piel rugosa, sus ojos tristes, cargando sobre su lomo una mujer rubia con el cabello amarrado en un chongo, con un leotardo blanco que disparaba destellos de luz bajo los reflectores; el elefante se sentaba alzaba las patas, levantaba la trompa y todos aplaudían; los payasos que se acercaban al público, le regalaban algo al niño frente de mí y yo lo miraba con envidia; la mano nerviosa de mi madre apretando la mía mientras se balanceaban los trapecistas; las tres pistas centrales cubiertas de arena, en dónde se paseaban los payasos, un tigre, monos, poodles y otra vez, protagonistas del espectáculo: los paquidermos, aplaudíamos con emoción, ya era de noche, regresamos a casa.
 En un tema como el de los animales en el circo, una estrategia de difusión de respeto y protección animal enfocada hacia los niños es primordial; debido a que son sus principales consumidores.

No hay que subestimar la capacidad de comprensión de los niños, creo que de saber a aquella edad lo que sé hoy, hubiera entendido que  aquél comportamiento simpático que observaba, era condicionado a través de diversas técnicas de entrenamiento, que  infligen un dolor emocional, físico y tortuoso en el animal, pero, ¿se los estaremos diciendo de la manera correcta? Sus caritas de espanto me han dicho que no.